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Me gusta el fútbol

¡Ya sé jugar al fútbol! ¡Ya puedo jugar al fútbol con mi hermano Martín y mi tío David! Aunque cada vez que me pongo a jugar, me mandan con los coches, con la bici, a merendar con mi tía, a correr por el jardín o a mojarme con la manguera, al armario de los juguetes, a ver a los perros…

Hoy os voy a explicar cómo juego al fútbol. A mí me gusta coger el balón con la mano, y eso a mi hermano no le gusta nada. Empieza a chillar y mi tío tiene que parar el partido. Yo cojo el balón y me voy corriendo y lo pongo justo delante de la portería y entonces le pego una patada. Como todavía no soy muy bueno a veces fallo y lo tiro fuera o no llega el balón. Otras veces viene Martín corriendo y me quita la pelota enfadado, y mi tío se acerca a decirme que el balón no se coge con la mano, solo se da con el pie.

Cada vez que lo hago, mi hermano chilla y se enfada, y mi tío me dice que ya me ha explicado muchas veces que solo se puede con el pie, pero yo, con el balón en las manos, corro más, llego antes a la portería y Martín no me quita la pelota.

Cuando ya se enfadan mucho y no me dejan cogerlo, empiezo a enfadarme yo y doy patadas a mi hermano y entonces chillan:

– ¡Falta!

Falta significa dar patadas a Martín. Si hago falta se para el juego y dice mi tío:

– ¡Tarjeta!

Y Martín dice:

– ¡Amarilla!

Y… mi mamá dice:

– ¡Eso no se hace, castigado!

Eso lo dice mi mamá, que no sé cómo me ha visto porque no estaba, pero sabe que he pegado una patada a Martín y empieza a reñirme. Mi mamá debió estudiar para agente secreto porque sabe espiar muy bien a la gente.

Entonces tengo que jugar bien: no coger el balón, no pegar patadas, no decir a mi tía Rebe (si está de portera) que se quite… Pero como a mi mamá no le gusta el fútbol se va rápido y yo vuelvo a coger el balón con la mano e intentar meter gol.

Como estoy aprendiendo, a veces me pasa que no sé muy bien en qué portería tengo que meter gol. A mí me da igual una que otra, pero esto a Martín le enfada mucho. Y me quita la pelota y me manda a ver a los perros, pero como yo quiero jugar al fútbol meto gol donde me parece y digo:

– ¡Gooooooool!

Y si no es gol, pues me pego otra vez con mi hermano porque yo quiero meter gol y él no me deja. Y otra vez, viene mi tío y dice:

– No se pega. ¡Tarjeta!

Y Martín dice:

– ¡Roja!

Y mi mamá dice:

– ¡Expulsado y castigado!

Mi mamá ha vuelto a aparecer como por arte de magia.

Expulsado significa que te tienes que ir al banquillo, que es el escalón para entrar en casa de la abuela, pero por la puerta de atrás. Expulsado también significa que te tienes que quedar aquí sin moverte hasta que se acabe el partido.

A mí el banquillo me aburre mucho, así que empiezo a decir que tengo hambre, sed o que quiero ir al teleclub o a la plaza, o al columpio. Y en cuanto puedo, me voy donde sea. Total, mi mamá siempre sabe donde estoy.

Un comentario en “Me gusta el fútbol

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